miércoles, 28 de enero de 2009

lunes, 19 de enero de 2009

Emisiones de CO2

¿De dónde sale el CO2 que emiten nuestros vehículos?¿Sólo emiten CO2 los coches?
El dióxido de carbono que emiten nuestros vehículos es el mismo CO2 que emitimos todos los seres humanos al espirar, aunque obviamente no emitimos 140 gramos de CO2 por cada kilómetro que andamos. Es pues el resultado de la correcta oxidación de carbono y es un proceso natural del que nos valemos para vivir (la ventilación pulmonar).
En los vehículos esta oxidación se produce en la combustión de los hidrocarburos que entran en la cámara y que se queman para proporcionarnos trabajo útil. Es resultado de una correcta combustión.
¿Es entonces un gas tóxico? No, no es tóxico en absoluto, entonces cual es el problema: es un gas de efecto invernadero; uno de esos que no dejan escapar la radiación que la tierra debería disipar al espacio y producen un efecto
recalentador.
La misión de los sistemas anticontaminación de que disponemos, comercialmente no en vias de desarrollo, es terminar de oxidar el CO que sí que es tóxico para producir CO2 mediante sistemas de postoxidación con la presencia de catalizadores.

NOTA: El tratamiento de los NOx, de otros subproductos y de las partículas de ollin no son objeto de este artículo.

Por tanto intentamos eliminar un gas que es indicativo de un correcto funcionamiento del motor así como de sus sistemas anticontaminación.
¿Cuál es la manera de lograrlo que han elgido las marcas de vehículos a fin de ajustarse a la normativa? Algo que podía considerarse como hacer una pequeña trampa:
  1. Hacer motores pequeños, si tratamos con menor cantidad de gas obviamente emitiremos menor cantidad de gas CO2. Para lograr la potencia que el mercado pide se recurren a técnicas como el aumento de las revoluciones máximas de trabajo con el consiguiente aumento de la potencia para el mismo par motor o recurir al uso de de sobrealimentadores. En definitiva aumentar al máximo la potencia específica del motor.
  2. Reducir la masa tanto del motor como del chasis afin de poder trabajar con menor carga.
  3. No recurrir a potencias altas, las gamas "ECO" no suelen pasar de los 105 Cv.
  4. Reducir el ancho de los neumáticos (actualmente sobredimensionado en casi todos los vehículos), así como reducir la resistencia de rodadura usando neumáticos más duros. Todo esto conlleva un menor agarre del vehículo que una versión no "ECO"
  5. Otras medidas como los "eficients dinamics" de recuperación de energía.
Retomando el problema del CO como gas tóxico. El CO es tóxico tan solo con unas concentraciones del 0,3%, así pues el porblema lo tenemos sobre todo en las ciudades cuando la concentración de vehículos es muy alta. Obviamente nos portegemos primero a nosotros de una muerte rápida por intoxicación de CO a cambio de emitir una gran cantidad de CO2 y cargarnos la atmósfera.
Quizá la concentración de CO sea la clave, es decir en lugares en los cuales la concentración de CO sea despreciable podemos permitir una conversión catalítica a menor nivel y emitir mayor cantidad de CO en beneficio de una menor cantidad de CO2.
El problema es como medir dicha concentración ¿ Podrían llevar sensores exteriores los vehículos para comprobar estos parámetros ?
Y tú, ¿qué opinas de todo esto? ¿tienes alguna idea?