martes, 24 de febrero de 2009

Mis palabras desde aquí (relato)

Hola mi amor, soy yo, estoy aquí otra vez. Frente a la lápida.

No, no estoy llorando.. no me quedan lágrimas mi cielo solo vengo a hablar.

Te veo, tan bonita, te veo ahí frente a mí escuchando casi inmóvil.

Llevas el pantalón de aquella noche, te sienta bien. Sigues igual de preciosa. Sigues siendo tú.

Yo no soy el mismo, me siento solo, hundido. No hago otra cosa que pensar en ti ... día y noche. Sólo siento frío y oscuridad.

Espero cada amanecer con miedo, ya no me gustan. El sol tiene un color óxido, como de sangre y alarga las sombras para que lleguen a mis pies y me suman en la oscuridad otra vez.

Ya no puedo ver más allá de un día, no veo más que lo que está ante mis ojos,como en una ventana, y.. ¿sabes qué? No quiero ver nada más.

Las noches son peores, es imposible dormir, si piensas que nada es eterno no conoces mis vigilias. Esto me supera, me come por dentro.

Siento que me voy descomponiendo poco a poco, que dentro de nada no quedará nada del que conociste y quisiste y eso me duele aún más. Que dentro de poco ya no quedará nada bueno en mí, porque mi mejor parte eras tú.

Los cementerios son tristes, siempre lo he creído, ahora lo sé. Pero es el sitio donde puedo verte mi vida, donde puedo hablar contigo.

He estado pensando mucho, no hago otra cosa. Ya va siendo hora de mirar hacia adelante, de dar el siguiente paso mi amor.

Yo seguiré aquí en mi tumba preguntándome si hay algo más después de la muerte... si existe un cielo. Sé que hay un infierno y yo estoy en él; o quizá sea esto un purgatorio. Aquí tampoco hay respuestas.

Mi única esperanza es que cuando mi cuerpo se descomponga yo me vaya de aquí al cielo, al infierno o mi alma sea libre o desaparezca , qué se yo.

El saber que esto es lo que nos espera es lo que me mueve a decirte que vivas sin mí aunque el miedo a quedarme sólo te pediría que pasase aquí día y noche sólo por verte.

Por favor vete, no vengas más, no te preocupes por mí, haz tu vida que no hay nada más que la eso y que lo demás es esto: no saber a donde tengo que ir, bajo un metro y medio de tierra y viendo a mi amor llorar frente a mi tumba. Por favor vete y no vuelvas más

miércoles, 11 de febrero de 2009

Desmontaje de un motor de arranque

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lunes, 9 de febrero de 2009

El diablo y el marketing

Nunca habeis pensado en la mala prensa que tiene el infierno.
El otro día mientras escuchaba la Divina Comedia de Dante maravillosamente enunciada por Kela se me ocurrieron un par de cosas.

No es que defienda ese conjunto de llamaradas y sufrimiento, ni desde luego las conductas antisociales, es que para mí es poco menos que incomprensible visto desde el punto de vista humano.
Parto de que el Diablo es astuto tal y como se define en la mayoría de las religiones. Engaña y tienta a los seres humanos para que traicionen la confianza de su antagonista, por defecto Dios, mediante el hedonismo. Hasta ahí de acuerdo pero ¿qué ofrece a cambio? ... ¡UNA ETERNIDAD DE SUFRIMIENTO!.
Hay algo que falla en esta empresa, como vas a captar adeptos si tu política es amargarles la existencia por los siglos de los siglos.

El caso es que el Señor del mal recompensa la obediencia con castigo, así no vamos. Es decir que si haces lo que Dios quiere el mismo Dios te recompensa y si haces lo que el Diablo quiere entonces el Diablo te castiga.

Esto me lleva a la siguiente idea: Lucifer, el arcángel más parecido a Dios, quiso quitarle el puesto y el Señor se enfadó, mandó a sus ejércitos y al final el Arcángel San Miguel lo expulsó del cielo y "fundó" el infierno.
Tenemos pues un general de los ángeles que lidera una revuelta que es sofocada por el poder reinante, un estratega que intenta hacerse con el control de un reino celestial y acaba expulsado, pero aún así sigue trabajando para Dios,le hace el trabajo sucio.
A los que no están a favor de Dios se los mandan y en vez de recompensarlos por pasarse a su bando los tortura tal y como Dios ordena, sigue siendo un lacayo.
Es de suponer que un general de desterrado que podría tener un nuevo ejército de fieles los premiase y entrenase para una nueva ofensiva.
Ningún ejercito recluta diciendo que va a torturar a sus soldados por toda la eternidad.La mejor manera que tendría de captar fieles, o soldados, es con una buena reputación del infierno en la tierra es decir creando un nuevo departamento infernal de marketing.
A mi modo de ver o es un fallo de estrategia o es que simplemente El Cielo tiene un departamento de marketing muchísimo mejor: La Iglesia Católica. Quizá sólo conocemos media historia ;D